Que gran oportunidad tuve estos días de visitar el Santuario del Señor de los Milagros en Lima Perú, lugar donde se encuentra la imagen del Cristo Moreno al cual le tenemos gran cariño los peruanos y ya es conocido en muchos lugares del mundo, donde sale la procesión y los fieles acompañan al Señor en su recorrido por las ciudades.
Al respecto les cuento lo que escribió la Dra. María Rostoworosski Diez, en su libro Pachacamac y el Señor de los Milagros (1992) "destaca su inmenso poder de convocatoria y cómo "entre las apretadas filas de sus fieles todas las razas del Perú se hermanan y unen en una misma fe, en una misma oración. El Señor une en su culto a indio, negros, y blancos. He ahí su verdadero milagro, la esencia de su fuerza y del respeto cada vez mayor que el pueblo le tributa"
Asímismo recuerdo hace ya algún tiempo que un profesor español de fénomenos religiosos decía: "En este nuevo milenio en que la globalización es una realidad impuesta en todo el planeta, urgen gestos, acontecimientos que aglutinen, vehículos de comunión. Ninguno tan fuerte en el Perú como el del Señor de los Milagros, tanto que -glosando el salmo 33, 13 podríamos decir ¿cuál es el pueblo que ama la vida y desea ver días felices? Aquel que como Perú peregrina tras el Señor Jesús, Camino, Verdad yu Vida"
Les comparto también cómo nuestro pueblo concibe al Señor, por ejemplo todo el día sale la precesión y ya al anochecer dicen: "El Señor de los Milagros va a dormir en la Iglesia del Rimac, a la mañana siguiente, dicen en Señor desayunará con nosotros en tal lugar, se expresa la fe no un Dios alejado,
sino en un Dios en medio del pueblo. Cierto es que las costumbres van cambiando, las formas de dirigirse a El también, pero lo que no cambia, es que le sentimos cerca, muy unido a nosotros sus hijos.
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